Todo sobre diseño e instalación de fuentes ornamentales
Las fuentes de interior son elementos decorativos y funcionales, diseñados para llenar de belleza y personalidad espacios amplios situados bajo techo. Lo habitual es que estas fuentes formen parte de grandes áreas de interior, sobre todo de uso comunitario: desde edificios de oficinas hasta centros comerciales, pasando por hoteles, vestíbulos de urbanizaciones, museos, clubs, restaurantes o áreas privadas, entre otras posibilidades. Leer Más
Estas fuentes pueden ofrecer diseños muy distintos y variados: desde las figuras más clásicas, hasta las propuestas más contemporáneas. Un buen ejemplo son las cascadas, las caídas de agua y los muros de agua, fuentes a las que dedicaremos artículos específicos por su especial configuración.
A diferencia de las fuentes ornamentales de exterior, las fuentes residenciales no cumplen una función urbanística o de referencia, siendo el efecto estético lo más buscado con su implantación. Una fuente ornamental de interior bien diseñada, con una estética equilibrada y una acertada combinación de volúmenes y movimiento, es un elemento decorativo de enorme valor perfecto para diferenciar espacios. Sin embargo, aunque el diseño en general sea complejo, la tecnología y el equipamiento que llevan las fuentes de interior suelen ser más sencillos que los de las opciones para exterior.
Una fuente de interior debe ser un elemento destacable, pero sin interferir en el uso del espacio por parte de los transeúntes. La fuente no debe provocar molestas salpicaduras ni tampoco un ruido excesivo, factores que podrían ser desagradables para quienes frecuentan el espacio. Para lograr efectos atractivos y mantener estos aspectos bajo control existen tipos de boquillas especiales. Entre ellas podemos destacar las de tipo “Hongo” y “Cáliz”, nombres descriptivos que se refieren a la forma del chorro de agua. Son chorros de poca altura y poco nivel sonoro, muy habituales en fuentes de interior; sin embargo, cualquier tipo de boquilla que no genere salpicaduras ni ruido puede ser válida para este tipo de fuentes.
En este sentido, también es importante el propio diseño de la fuente: la distancia desde los chorros hasta el borde del estanque influye en el control de las salpicaduras. En el caso de que se incorporen chorros, como lanzas o pulverizaciones, hay que procurar que no tengan mucha altura y que el diámetro de las boquillas no sea muy grueso. Estos detalles, entre otros, permiten controlar las salpicaduras y el nivel sonoro de las fuentes.
En cualquier tipo de fuente, es fundamental que el agua se encuentre siempre en óptimo estado. Más aún si se trata de una fuente de interior: si el agua se estanca o no está bien tratada, puede generar molestias desagradables como malos olores o proliferación de microorganismos. En este sentido, se impone instalar siempre equipos de filtración y tratamiento que mantengan la calidad del agua. Los equipos a instalar, entre otros, suelen ser:
Las fuentes de interior o residenciales necesitan de una iluminación adecuada que permita apreciar su atractivo durante toda la jornada. A este respecto, es muy importante que el diseño tenga en cuenta la luz ambiental que rodee a la fuente en su emplazamiento definitivo: la iluminación de la propia fuente deberá interferir en el ambiente lo menos posible, y viceversa. Para ello, antes de empezar a diseñar la fuente conviene realizar un estudio detallado del espacio donde se va a instalar.
Las fuentes de interior no suelen llevar chorros de mucha altura o diámetro. Por lo tanto, es posible iluminarlas de manera óptima con soluciones asequibles y de calidad, como por ejemplo focos sumergibles dicroicos con luz blanca o RGB. Para acabados donde prime el estilo y la modernidad, los focos sumergibles LAKE, fabricados en inox, son una excelente opción.
En este tipo de fuentes ornamentales, las instalaciones están más a la vista que en las fuentes situadas al aire libre. Por esta razón, es importante aportar en ellas soluciones que oculten y disimulen la presencia de cables, tuberías, cajas de conexión y otros sistemas. Un buen ejemplo es el uso de rejilla tramex, una estupenda opción para acondicionar fuentes y ofrecer un acabado impecable. Con esta solución y otras igualmente eficaces, lograremos una estética perfecta y un mayor nivel de seguridad para todo tipo de fuentes de interior.